Gender Budgeting
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Spanish¿Qué tiene que ver la presupuestación con perspectiva de género con la vida de las mujeres y de los hombres?
Observe esta foto reciente de los y las miembros del Consejo Europeo. ¿Cuántas mujeres y cuántos hombres hay?
Piense en «la vida de las mujeres y de los hombres» viendo la composición del Consejo Europeo, y formúlese la siguiente pregunta: ¿Por qué cree que hay más hombres que mujeres?
En los Estados miembros de la UE existe tanto trabajo remunerado como trabajo de cuidados no remunerado. Estos diferentes tipos de trabajo son realizados tanto por mujeres como por hombres. Para reflexionar:
¿Cómo se divide y se distribuye el trabajo de cuidados no remunerado y el trabajo remunerado entre mujeres y hombres en la mayoría de las sociedades?
Do women and men do the same kinds of work? Are there any differences? What are these differences?
Reconocer y valorar el trabajo de cuidados no remunerado resulta importante para entender la totalidad de la situación económica de un país o de una región. El trabajo de cuidados no remunerado y el trabajo remunerado son interdependientes. Por ejemplo, para poder trabajar en la economía formal (trabajo remunerado), las personas necesitamos apoyo de la economía del cuidado (trabajo de cuidados no remunerado), entre otros:
- Comida para cocinar;
- Ropa limpia; y
- Cuidados en caso de enfermedad.
La oferta de servicios públicos o de mercado solo cubre un porcentaje de estas necesidades; gran parte se facilita aún en los hogares. Tanto si realizamos nosotros mismos estos trabajos como si alguien lo hace en nuestro lugar, se trata de un trabajo que a menudo no se paga. Si no es un trabajo remunerado, no se incluye en la economía formal, y su distribución entre mujeres y hombres es muy desigual. Por lo tanto, con frecuencia, permanece en el olvido. Sin embargo, las implicaciones de este trabajo son muy importantes y su contribución a la economía general y al funcionamiento de nuestras sociedades es muy considerable.
Véase la explicación de la profesora Diane Elson sobre la brecha de género en el trabajo no remunerado y su importancia para la economía
Véase el vídeo de la OIT sobre el trabajo de cuidados
Las prestaciones financieras públicas, como el permiso parental remunerado, las prestaciones por hijos e hijas, los subsidios para personas cuidadoras, las subvenciones agrícolas y los fondos de desarrollo rural, entre otros, son importantes en términos de creación de igualdad de oportunidades para los trabajadores y las trabajadoras con responsabilidades familiares y para evitar diferencias en materia de pensiones.
La política de gestión de las finanzas públicas, que incluye «sistemas de permiso parental financiados con fondos públicos», puede ayudar a los progenitores a conciliar la vida profesional y familiar y a mantenerlos conectados al mercado laboral a través de un retorno garantizado a su puesto de trabajo. A menudo son necesarias además otras políticas para ofrecer y fomentar una mayor paridad entre el permiso de paternidad y el permiso de maternidad, así como para apoyar a las madres con un retorno más rápido al mercado de trabajo, especialmente aplicando medidas de sensibilización acerca de la corresponsabilidad parental y realizando inversiones públicas en instalaciones accesibles y de calidad para niños y niñas y personas de edad avanzada. Según Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) en ese momento, «los países pueden mejorar la situación de las mujeres adoptando enfoques que favorezcan más su participación [...]. Entre estas medidas estratégicas se incluye pasar de una fiscalidad familiar a una fiscalidad individual, ofrecer permisos parentales y servicios de atención a la infancia más asequibles y facilitar un entorno de trabajo flexible».[1]
¿Cómo tendemos a valorar los distintos tipos de trabajo?
Si una persona se queda en casa para cuidar a otros (un pariente mayor, una criatura, una persona enferma, etc.) con frecuencia no recibe remuneración alguna por el trabajo que realiza. De hecho, su trabajo ni siquiera se ve. Ni tampoco se reconoce. Sin embargo, el bienestar de las personas depende de esta labor. En numerosas sociedades, el «ámbito privado» sigue considerándose el «apropiado» para las mujeres.
En cambio, el trabajo de cualquier persona dedicada con éxito a la política o a la gestión en la Unión Europa es muy visible. Está reconocido y bien pagado. El trabajo en la denominada «esfera pública» se ve y se paga. En numerosas sociedades, la «esfera pública» se considera la «apropiada» para los hombres.
Las desigualdades entre mujeres y hombres no solo se encuentran en los ámbitos remunerados y no remunerados. Son transversales también a otras dimensiones, como la salud, el poder, la educación y la utilización del tiempo, en general. Una de las manifestaciones más brutales de las desigualdades entre mujeres y hombres es la violencia contra las mujeres, que afecta a todos los sectores y esferas de la vida. La erradicación de la violencia contra las mujeres es una prioridad de la Unión Europea y de sus Estados miembros. Este compromiso está recogido en los principales documentos sobre política de igualdad de género de la UE[1]. En fechas recientes, la UE reafirmó su compromiso firmando el principal instrumento jurídico regional sobre violencia de género: el Convenio de Estambul sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica (el Convenio de Estambul). Erradicar la violencia exige disponer de presupuestos adecuados, que deberán considerarse dentro del ciclo de programación de los Fondos de la UE.[2]
Para saber más sobre las desigualdades de género en un país determinado, consúltese el índice de igualdad de género del EIGE. En este sitio se pueden consultar estadísticas sobre diferentes dimensiones, como el trabajo, el dinero, el conocimiento, el tiempo, el poder, la salud y la violencia contra las mujeres y sobre las desigualdades transversales, es decir, las desigualdades que interaccionan con otras características sociodemográficas como la edad, la nacionalidad, la religión, las preferencias sexuales, las discapacidades y otras.
A continuación se ofrecen algunos ejemplos de patrones de relaciones de género en el empleo, los cuidados y la violencia en cuatro Estados miembros de la UE[3]:
República Checa | |
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Tasas de empleo |
- La tasa de empleo a tiempo completo es del 46 % para las mujeres y del 65 % para los hombres.
- El 10 % de las mujeres trabajan a tiempo parcial, frente al 3 % de los hombres. |
Uso del tiempo relacionado con los cuidados | - El 33 % de las mujeres cuidan de los miembros de la familia durante, como mínimo, 1 hora al día, frente al 20 % de los hombres.
- El 86 % de las mujeres y el 12 % de los hombres cocinan y realizan labores domésticas todos los días. |
Violencia contra las mujeres | - El 32 % de las mujeres han sufrido violencia física o sexual al menos una vez desde los 15 años.
- Se calcula que la violencia contra las mujeres cuesta a la República Checa 4 700 millones EUR al año en concepto de pérdida de producción económica, utilización de servicios y costes personales. |
Estonia | |
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Tasas de empleo |
- La tasa de empleo a tiempo completo es del 50 % para las mujeres y del 64 % para los hombres.
- El 15 % de las mujeres trabajan a tiempo parcial, frente al 7 % de los hombres. |
Uso del tiempo relacionado con los cuidados | - El 35 % de las mujeres cuidan de los miembros de la familia durante, como mínimo, 1 hora al día, frente al 31 % de los hombres.
- El 76 % de las mujeres y el 45 % de los hombres cocinan y realizan labores domésticas todos los días. |
Violencia contra las mujeres | - El 34 % de las mujeres han sufrido violencia física o sexual al menos una vez desde los 15 años.
- Se calcula que la violencia contra las mujeres cuesta a Estonia unos 590 millones EUR al año en concepto de producción económica, utilización de servicios y costes personales. |
Alemania | |
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Tasas de empleo |
- La tasa de empleo a tiempo completo es del 40 % para las mujeres y del 59 % para los hombres.
- El 47 % de las mujeres trabajan a tiempo parcial, frente al 11 % de los hombres. |
Uso del tiempo relacionado con los cuidados | - El 50 % de las mujeres cuidan de los miembros de la familia durante, como mínimo, 1 hora al día, frente al 30 % de los hombres.
- El 72 % de las mujeres y el 29 % de los hombres cocinan y realizan labores domésticas todos los días. |
Violencia contra las mujeres | - El 35 % de las mujeres han sufrido violencia física o sexual al menos una vez desde los 15 años.
- Se calcula que la violencia contra las mujeres cuesta a Alemania unos 36 000 millones EUR al año en concepto de pérdida de producción económica, utilización de servicios y costes personales. |
España | |
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Tasas de empleo |
- La tasa de empleo a tiempo completo es del 36 % para las mujeres y del 50 % para los hombres.
- El 25 % de las mujeres trabajan a tiempo parcial, frente al 8 % de los hombres. |
Uso del tiempo relacionado con los cuidados | - El 56 % de las mujeres cuidan de los miembros de la familia durante, como mínimo, 1 hora al día, frente al 36 % de los hombres.
- El 85 % de las mujeres y el 42 % de los hombres cocinan y realizan labores domésticas todos los días. |
Violencia contra las mujeres | - El 22 % de las mujeres han sufrido violencia física o sexual al menos una vez desde los 15 años.
- Se calcula que la violencia contra las mujeres cuesta a España unos 21 000 millones EUR al año en concepto de pérdida de producción económica, utilización de servicios y costes personales. |
Footnotes