My personal story
R: When I was a child, in primary school, I had a friend who used to spend the summers in my home town. We had quite a deep friendship. We would always hang out, we played together, went to one place, then to another, we talked about our stuff. Since we were from different towns, from different regions, his holidays didn’t coincide with mine. He was on vacation when I was studying. So once, I was leaving school with my friends and this guy was waiting for me because he was on vacation. I didn’t know that and I was surprised. I said hello and automatically the other boys began saying that he was my boyfriend. Yes, it was very disgusting for me. I completely rejected that…I didn’t know how to react. And even if I went to play with my friend at that moment, from then on I never wanted to see him again. The fear…Sure, at that point I wasn’t aware at all. But I was afraid of being called a queer, pussy, homosexual, which were very common insults. That fact made me reject this friendship. I didn’t dare explain my reasons at home since I knew my parents wouldn’t approve. But I didn’t care because I knew I would have to face the situation at school. I don’t know how to call it, bullying or …I wasn’t aware of the reasons or of the real problem that it was and later I regretted it. I have remembered this event my entire life, until when I was 26-27 years old I realized that this was a homophobia situation and that I contributed to perpetuate [such attitudes]
(…)
R: I lost a friend. And nowadays I still owe him an apology
(…).
R: For me it was a complicated situation. Of course, it taught me to keep at a distance from my male friends. Not to deepen my friendships with other boys. That was what my friends taught me. To stay away from an intimate relationship with another man.
(…)
R: Just giving kisses or hugs is a situation which, for two men, depending on the culture they grew up in, might be considered a situation of homophobia, or homosexuality. Not homophobia, of being homosexuals. And you frequently feel forced to say that you aren’t a homosexual, even if you kiss or hug another man. Otherwise you seem…And who cares if you are or not…The thing is that your classmates force you to define yourself. As a man, a woman, a heterosexual, homosexual…This was an experience that…At that point it wasn’t pleasant for me. (…)
This book and another that I read about the same issue, and about gender equality, are opening up a new world for me…The information I get makes me change my way of seeing things and of understanding the world. That first book meant a sharp shift in what I see and understand. And my relationships with my friends have changed. With those friends with whom I see that they can be changed. Other friends are not that accessible or they don’t understand things this way, or aren’t open to [the possibility]. I talk to some of my friends…I continue maintaining my relationships in a normal manner, it wasn’t a turning point. I don’t say to them that from now on I’m giving them two kisses and a hug, but what I do is, when a window opens up, I raise the blind and say that there is light. And sometimes I do hug some friends. I know I can’t give hugs to others because they will feel uncomfortable, not me. And another door that has been opening for me is the possibility of sharing my feelings with other men and of talking about the things that happen to me and to them. Things that neither me nor them tell. Since then I tend to talk about my stuff
(…)
R: When did I realize that something was changing? Since I read certain books, I’ve been influenced by some people in my life who helped me perceive some issues, and who have been letting me know about their discomfort regarding what society imposes. Of course, girl friends tell me that…Girl friends who are glad for me and the fact that I became aware of these kinds of things and I behave differently. It is not that I was especially sexist, but I do realize that there was some misbehavior. I realize that I used many sexist or homophobic expressions to insult or mock other people.
Spanish
R: Hubo una ocasión siendo niño, cursando los estudios primarios, que creo que me marcó. Aunque en el momento yo no fui consciente. Fui consciente mucho tiempo después cuando leí un libro con unos 25 o 26, 26-27 años más bien. Cuando leí ese libro fue cuando me di cuenta de que lo que había sucedido era una situación de lo que yo entendía como de homofobia. Siendo niño y estando en los estudios primarios tenía un amigo que venía a veranear al pueblo donde yo vivía. Y teníamos una relación de amistad bastante profunda. Andábamos siempre juntos, jugábamos, íbamos a un sitio, al otro, nos contábamos nuestras cosas. Y bueno al no ser del mismo pueblo, al ser de otra comunidad autónoma de España las vacaciones que él tenía no coincidían con las mías, de manera que a veces él venía en periodos vacacionales, que para él eran vacacionales y para él eran de estudio. De manera que una vez salí del colegio con mis otros amigos, los que iban conmigo a clase, y este chico estaba esperándome porque estaba de vacaciones. Yo no lo sabía, para mí fue una sorpresa. Yo lo saludé y automáticamente los otros niños empezaron a decir que era mi novio. Sí, sí fue una situación molesta para mí. Yo rechacé completamente aquellos...No supe como actuar ante aquella situación. Y aunque en el momento me marché con mi amigo a jugar, desde ese momento no quise volver a quedar con él. El miedo...Claro, yo no fui consciente en el momento para nada. Pero el miedo a que me tacharan de mariquita, de maricón, de homosexual, que eran unos insultos muy frecuentes hizo que yo rechazara esa amistad. Y no me atrevía a decir en casa el motivo porque no quería quedar más veces con ese chico, porque sabía que mis padre no aprobarían aquello. Pero me daba igual porque sabía que en el colegio tendría que soportar una situación, no sé como decirlo, de acoso escolar o una situación de...No sabía ni los motivos, ni era consciente del problema real que había ahí y me arrepentí. Y eso después me quedó grabado toda mi vida, hasta que leyendo ese libro con 26-27 años me hice consciente de que era una situación de homofobia y que yo la había perpetuado, o había continuado con esa situación de homofobia al mismo tiempo que la padecía. Puesto que yo perdí un amigo. Y aún a día de hoy le debo una disculpa. Una disculpa gorda, que no sé si aceptará porque ha pasado mucho tiempo y nunca le expliqué los motivos. Que no son motivos, ni siquiera son...La vergüenza que yo tenía de no ser capaz de explicar o de afrontar aquella situación. Era un niño. Pero bueno para mí fue una situación complicada. Desde luego me enseñó a marcar distancias en la amistad con los chicos. A no profundizar en una amistad con los chicos. Eso fue lo que me enseñaron mis compañeros de escuela. A mantenerme lejos de una relación íntima con otro hombre. Independientemente de que fuera afectivo-sexual, o simplemente emocional, el tipo de relación que fuera. Eso me marcó. Cuando leí ese libro se ponían en el libro muchos ejemplos acerca de situaciones de homofobia. No hablaban concretamente de esta situación entre los niños, pero sí hablaban de como el hecho de tener una relación afectuosa con otro hombre provocaba burlas, vergüenzas, insinuaciones de homosexualidad por parte de otros hombres. El hecho simplemente de darse dos besos o un abrazo es una situación que para dos hombres, depende de la cultura en la que se hayan educado, pues es tachado de homofobia, o de homosexualidad. De homofobia no, de ser homosexuales. Y muchas veces al explicar esto mismo te ves obligado a decir que no eres homosexual a pesar de darte dos besos o un abrazo con otro hombre. Si no parece que eres. Y da igual ser que no ser. La cuestión es que la sociedad, esos compañeros te obligan a definirte de alguna manera. Como hombre, como mujer, como heterosexual, como homosexual. Esa fue una experiencia que para nada fue...En el momento no fue agradable para mí. Cuanto más tiempo pasaba menos agradable era hasta que entendí los motivos. Es decir que yo me sentía culpable...No es que no me sienta culpable ahora pero sí entiendo que era...que no sólo dependía de mi, que había algo más que me empujaba a tener ese comportamiento. Una vez más tengo que decir que no pude decir nada en casa porque mis padres nunca aprobarían...Fui educado en una casa que tendía a la igualdad, en la medida de lo posible, y en la medida de los conocimientos que tenían mis padres. Y nunca me atreví a decir cual era el motivo por el que había dejado de quedar con ese chico porque sabía que no lo aprobarían. Pero al mismo tiempo sabía que si seguía andando con ese chico tendría que enfrentarme a burlas constantes en el colegio, y no me atreví. Era un niño y no supe como afrontarlo. Otra experiencia. Bueno, no sé si quieres preguntar algo...
I: Una cosita sólo. ¿En qué momento decidiste que querías romper esas barreras y dejar de comportarte de manera contenida con los hombres?
R: Fue a partir de la lectura de ese libro cambió. Ese libro se llama 'La construcción cultural de las masculinidades' de diferentes autores creo, que son varios. Cuenta diferentes situaciones de como las culturas, no la cultura de un país, de un estado o de una nación concreta, si no las distintas culturas en las que vives. La cultura de tu pueblo, de tu parroquia, de tu localidad, de tu provincia. De como la cultura en la que vives todos los días provoca que tú te construyas de una manera determinada. Uno de los ejemplos que ponían era los trabajadores de una mina. El simple hecho de trabajar en una mina desde por la mañana hasta la noche con una serie de personas que sólo se relacionaban con hombres dentro del entorno de la mina, en un entorno muy rudo, hacía que los hombres que iban allí siendo chicos, salieran como hombres jubilados, con una cultura que habían absorbido durante toda su vida en la mina de otros hombres que habían estado en el mismo entorno durante toda su vida. Entonces eso hacía que tuvieran un comportamiento determinado. Evidentemente tenemos un libre albedrío que nos permite leer, informarnos y buscar nuestra propia vida, pero dependiendo de la situación y hasta cierta edad no tienes acceso a la información. Y desde luego a la información afectivo-sexual o de género, o de los roles, no se nos educa para nada. De manera que es difícil escaparte de la educación o de la cultura en la que te crías, en la que creces. Yo realmente fue a partir del regalo de ese libro, que me lo leí, me gustó muchísimo. Me di cuenta que había muchísimos ejemplos en el libro que yo había vivido. Otros no pero es fácil creerte que sucede eso cuando has vivido muchos de los ejemplos que vienes. Aunque otros no, si se ven como reales porque lo palpas, porque has pasado por situaciones similares, y ves que sí, que estamos tremendamente influenciados por la cultura, y por la educación. Y sobre todo por el entorno familiar. Estoy seguro que de haber vivido en un entorno que...Si mis padres, mi padre y mi madre fueran machistas o muy machistas, yo no habría tenido reparo en decirles en casa me llamaron maricón por andar con mi amigo y por tener una relación afectiva con él y no quiero volver a verlo. Pero no puede decir eso, me lo tuve que tragar. Y fue duro. Pero bueno ahí está la situación. Ese libro sí me permitió ver...Porque yo, claro, yo escuchaba lo que era una, como decirlo, una sociedad patriarcal-machista, que dañaba a las mujeres pero no fui realmente consciente de lo que era, puesto que yo no era una mujer o no lo vivía como tal, hasta que vi que esa sociedad patriarcal-machista también afectaba a los hombres. En ese libro se marcaba muy bien. Te obligaban a definirte como hombre y no sólo decir soy un hombre, sino comportarte como tal, con todo lo que eso implica. Mantener tu virilidad, meter el paquete a la izquierda, sacar pecho, no llorar, no jugar con muñecas, pegarle patadas al balón, si estás jugando a fútbol auque la pelota pueda pasar el hombre nunca pasa...Es decir, a comportarte de una manera violenta. No se admiten ambigüedades a partir de una cierta edad, en cuanto que tú te vistes como te tienes que vestir, tú te comportas como te tienes que comportar. No así cuando eres muy pequeño, que puedes jugar con una barbie, o jugar con no sé qué. Pero a partir de una cierta edad, mujeres y hombres te van diciendo que eso no se hace. Entonces te obliga a definirte de una manera determinada e impiden que tú te definas como quieres ser, libremente. Me di cuenta de que la sociedad en la que vivimos no sólo es...el machismo no sólo afecta a las mujeres sino también a los hombres. Entonces fue cuando me creí, o fui capaz de ver un poco más como funcionaba la segregación por roles, la segregación por sexos. La obligación de decir que eres de un sexo determinado. Yo estoy hablando ahora mismo contigo, tú nunca has visto lo que tengo yo entre las piernas, si tengo una vagina o pene y sin embargo das por supuesto que soy un hombre. Por mi aspecto físico, por mi barba, por mi forma de ser, por mi corpulencia, por mi vello, por lo que sea...Ese libro y otros que fui leyendo a continuación sobre la misma temática, y sobre igualdad de género me van abriendo un nuevo mundo de...De información a la que yo accedo y que hace que cambie mi manera de ver las cosas y de entender el mundo. Ese primer libro es un cambio brutal acerca de lo que yo veo y entiendo. Y cambian las relaciones con mis amigos. Con los que veo que pueden cambiar. Hay otros que no son tan asequibles o que no entienden las cosas de esta manera, ni son permeables a entenderlas. Yo hablo con algunos de mis amigos...Continúo mis relaciones con normalidad, no es un punto y a parte. No les digo a partir de ahora te voy a dar dos besos y un abrazo pero lo que sí hago es en determinadas circunstancias cuando veo que se abre una pequeña ventana, yo levanto la persiana y digo hay luz. Y en ocasiones con ciertos amigos sí hay abrazos. Con otros sé que no puedo dárselo porque sé que se sentiría él tremendamente incómodo, no yo. Y también una puerta más que se ha abierto en mí, que es la posibilidad de expresar los sentimientos con otros hombres y de hablar las cosas que a mí me suceden y ellos también. Pero que ellos no cuentan y que yo tampoco. A partir de ese momento voy hablando de mis cosas. No sólo tengo que hablar de mis cosas con mi pareja, que parece que es confesora y única persona con la que puedo hablar de mis problemas, y pasa un hablar con mis amigos de mis problemas emocionales, sexuales, de trabajo etc. Hasta ese momento era el silencio. Yo estoy bien, yo aguanto, yo no tengo ningún problema, yo no tengo que contaros nada. Vamos a tomar una cerveza. A partir de ese momento empiezo a hablar. Aún me queda mucho por andar pero sí empiezo a contar y a hablar cosas con mis amigos. Y a comportarme de una manera distinta de cara a las mujeres, cada vez más. Si ya tenía claro que la igualdad era el camino acertado, no tenía tan clara la teoría o...Y aún no lo tengo pero sí tengo algo más de idea acerca de como debe ser la sociedad. La sociedad igualitaria y la justicia social, y una serie de términos. Eso va cambiando. Y la pregunta no me acuerdo exactamente...¿Cuando empiezo a notar que cambia? A partir de la lectura de una serie de libros, la influencia de determinadas personas de mi vida que me van dejando ver cuestiones, y expresándome su malestar debido a lo que la sociedad les impone. Amigas que me dicen que efectivamente...Amigas que me dicen que les alegra mucho que me haya dado cuenta de esas cosas, que me comporte de una manera distinta. No es que fuera yo especialmente machista pero sí me doy cuenta de que tenía comportamientos. Que utilizaba muchísimas expresiones machistas o homófobas para insultar o para burlarme de otra gente. No para burlarme directamente a o mejor de un homosexual pero sí llamar maricón a otra persona de manera despectiva. O llamarle hijo de puta. Ahora ni llamo hijo de puta ni llamo maricón a nadie porque sé que son expresiones que no...que aparte de ser insultos de cara a la persona que los lanzo son discriminatorios, o son despectivos de cara a los hijos de las putas, de las prostitutas, o de cara a los maricones, que no por ser homosexual eres menos que otra persona. Dejan de ser insultos hasta cierto punto, para mí dejan de serlo, ya no tiene esa...Ese sentido, ese significado de burla, de insulto, de menosprecio. Va cambiando todo eso y posteriormente leo otro libro de una persona que conozco que es de homofobia y transfobia. Se llama la voluntad y el deseo y habla de como la construcción cultural y educativa hace que escojamos el sexo opuesto para mantener nuestras relaciones afectivas sin cuestionarnos si somos bisexuales, si somos heterosexuales, o homosexuales. Somos lo que tenemos que ser y por lo tanto sólo deseamos el sexo opuesto. No nos planteamos si la persona...si nos gusta la persona o no nos gusta. Sí nos planteamos si nos gusta la persona pero sólo observamos el sexo opuesto. Yo nunca he pensado si mis amigos eran guapos o feos. Nunca los he visto como objeto sexual, ni como objeto deseado, o como sujeto o objeto deseado. Las mujeres eran objeto deseado. Posteriormente fueron un sujeto deseado y posteriormente me di cuenta de que yo tenía como sujeto deseado a las mujeres porque era un hombre. No porque fuera una persona. Es decir, que podía desear un hombre o una mujer. Esto me hace cuestionarme otra serie de cuestiones. Si realmente tengo un deseo hacia una mujer porque he sido educado para tener sólo deseo hacia las mujeres o si yo podría tener un deseo o despertar un deseo también hacia los hombres. Entonces empiezo a observar hombres a ver si son guapos o no son guapos. A parte de ver si las mujeres son guapas o no son guapas también lo veo en los hombres, simplemente eso. Sí es cierto que no siento un deseo. No es que me sienta obligado a decirlo pero...No tengo un deseo pero no sé si podría despertarse. Si en un momento dado conozco un hombre que sí me despierta un deseo. No por ahora. Tampoco todas las mujeres me despiertan un deseo. Entonces no me preocupa si me pasa o no me pasa. No es una cuestión para preocuparse pero estoy seguro de que si me pasara tendría que modificar más cosas en mi pensamiento. Sería algo que...Las cosas que he cambiado de mi forma de pensar o de ver el mundo a lo mejor no ha sido tan profunda como debería ser para ver las cosas de esa manera y poder llegar a sentir un deseo por los hombres. No sé si es posible. Pero creo que es otra vía que está ahí que por ahora no he explorado.
Gender did matter